jueves, 11 de marzo de 2021

Las Leyes Superiores de la Vida

Apreciado Estudiante de la Luz, sabemos que la mayoría de las situaciones que generan caos, desarmonía, enfermedad, limitación, fracaso y sufrimiento en la vida y mundo de las personas tienen como causa sus pensamientos, sentimientos, emociones, palabras y acciones discordantes. 

La Eterna Ley de la Vida es: Lo que tú piensas y sientes lo traes a la forma; donde está tu pensamiento allí está tu consciencia; donde está tu consciencia allí estás tú, porque tú eres tu consciencia. 

Mientras el ser humano genere y albergue pensamientos y sentimiento de crítica, condenación, miedo, dudas, resentimiento, envidia, odio y otros, con toda seguridad tendrá discordia, fracaso y desastre en su mente, cuerpo y mundo. Mientras el ser humano siga poniendo su atención en pensamientos y sentimientos negativos estará atrayéndolos a su vida. 

Sin embargo, los pensamientos no pueden convertirse en cosas hasta que son revestidos con el sentimiento. La actividad sentimental de la Vida es el punto menos protegido de la conciencia humana, y es la energía acumulada mediante la cual los pensamientos se convierten en cosas. Por eso es muy importante vigilar los sentimientos, a que el control de los sentimientos como las emociones juega el papel más importante en la Vida para mantener el equilibrio de la mente, la salud del cuerpo, y el éxito y los logros en los asuntos y mundo del ser personal de cada individuo. 

Cualquier discordia en los sentimientos rompe la Ley del Amor, que es la Ley del Equilibrio, la Armonía y la Perfección. El mayor crimen en el Universo contra la Ley del Amor es la emisión casi incesante que hace la humanidad de toda clase de sentimientos irritantes y destructivos. 

Algún día la humanidad se dará cuenta que las fuerzas destructivas que se manifiestan en la Tierra, generadas por los pensamientos y sentimientos humanos, han entrado en los asuntos de los individuos o naciones solamente por falta de control en sus sentimientos y emociones. 

Así como el ruido de una explosión causa un choque al sistema nervioso, generando una sensación de temblor en la estructura celular del cuerpo, de la misma forma los sentimientos de irritación estremecen, perturban y desarreglan la sustancia más sutil de la estructura atómica de la mente, cuerpo y mundo de la persona que los envía. El sentimiento discordante es lo que produce las condiciones que llamamos desintegración, vejez, falta de memoria y todas las demás fallas en el mundo de la experiencia humana. 

Darle expresión a los pensamientos y sentimientos discordantes es el camino de menor resistencia y es la actividad habitual del individuo sin desarrollo que se niega a comprender la Ley de su propio Ser y llevar al ser personal a obedecer dicha Ley. Aquel que no quiera controlar sus pensamientos y sentimientos está en mal camino, ya que las puertas de su conciencia están abiertas de par en par a las actividades desintegradoras emitidas por las mentes, sentimientos y emociones de otros. 

El individuo tiene que hacer un esfuerzo consciente para trascender estas limitaciones, y nadie puede quitar de su vida y mundo la miseria, discordia y destrucción en tanto no controle sus propios pensamientos y sentimientos. Al principio esta disciplina requiere de un esfuerzo determinado y continuo, pero no importa cuánto esfuerzo sea necesario para controlar estas dos actividades, vale la pena todo el tiempo, energía y esfuerzo, ya que sin esto no se puede tener un dominio real y permanente de la vida y mundo. 

Es importante comprender que la intención de Dios para con sus Hijos es la abundancia de toda cosa buena y perfecta. Él creó la Perfección y dotó a sus Hijos con ese mismo Poder para crear y mantener la Perfección y expresar el Dominio Divino. La humanidad fue creada a Imagen y Semejanza de Dios, la única razón por la que no manifiestan su Autoridad Divina es porque no se reconocen y aceptan como Hijos de Dios, Seres Espirituales viviendo una experiencia humana en un cuerpo físico que es el Templo de Dios. 

La humanidad continuará en este estado de conciencia hasta que acepte a Dios en su corazón como el Dueño, el Dador y el Hacedor de todo el Bien que puede entrar en su vida y mundo. El ser personal tiene que reconocer completamente que la conciencia humana no tiene nada propio, pues hasta la energía por la cual uno reconoce al Gran Dios Interno, la Mágica Presencia Yo Soy, es irradiada al ser personal por el Gran Ser Divino. 

El Amor al Gran Ser Interno y la atención mantenida en la Verdad, Salud, Libertad, Paz, Suministro o cualquier otra cosa que puedas desear para un uso correcto, lo traerás a tu mundo si lo mantienes persistentemente en tu pensamiento y sentimiento conscientes, tan seguro como que existe la Gran Ley de Atracción Magnética en el Universo. La Verdad de la Vida es que no puedes desear algo que no pueda manifestarse en algún lugar del Universo. Cuanto más intenso sea el sentimiento dentro del deseo, tanto más rápido se logrará. 

El primer paso para controlarte a ti mismo es el aquietamiento de toda actividad externa, tanto de la mente como del cuerpo. El segundo paso es imaginar sentir el cuerpo envuelto en una esplendorosa luz blanca. El tercer paso es reconocer: Yo acepto gozosamente ahora la plenitud de la Magna Presencia de Dios, el Cristo Puro. Luego, cierra la meditación decretando: Yo Soy un Hijo de la Luz, Yo amo a la Luz, Yo le sirvo a la Luz, Yo vivo en la Luz, Yo Soy protegido, iluminado, suministrado y sostenido por la Luz, y Yo bendigo la Luz. 

La Luz es la manera que Dios tiene de crear y mantener el Orden, la Paz y la Perfección en toda su Creación. Todo ser humano puede tener todo el tiempo que requiera para hacer esto cuando su deseo sea lo suficientemente intenso. La intensidad del deseo en sí reordenará el mundo, condiciones y cosas de las personas para utilizarlo en la escalada hacia la cima. No hay persona en el mundo que esté exenta de esta Ley, ya que el deseo intenso de hacer algo constructivo es el Poder de Dios que libera la energía necesaria para crear y expresar el objeto del deseo. Todo el mundo tiene el mismo privilegio supremo de hacer contacto con la Todopoderosa Presencia de Dios, y Ésta es el único Poder que siempre ha elevado, que eleva y que elevará al ser humano y su mundo por encima de la discordia y la limitación. 

La condición desafortunada en la conciencia humana que mantiene a la gente en su limitación auto-creada es su actitud mental, que teme o ridiculiza lo que no entiende. Todos y cada uno de los individuos tiene la Llama Divina de la Vida dentro de sí, y ese Ser Divino en ti tiene el Dominio donde quiera que te muevas en el Universo. Si por tu propia inercia mental no ejerces el necesario esfuerzo para reordenar tus viejos hábitos de mente y cuerpo, andarás atado por las cadenas de tu propia forja; pero si escoges conocer al Dios dentro de ti y te atreves a darle todo el control de tus actividades externas, recuperarás el conocimiento de tu Dominio sobre toda sustancia, Dominio que te ha pertenecido desde el principio de los tiempos. 

La Ley de Reencarnación es la actividad del crecimiento humano que le brinda al individuo la oportunidad de reestablecer un equilibrio en condiciones que él mismo causó conscientemente que se desequilibraran. No es más que una de las actividades de la Ley de Compensación, Causa y Efecto, o lo que podría denominarse un proceso de equilibrio automático que gobierna todas las Fuerzas en todas partes del Universo. Todo está sometido a la Ley perfecta, directa y exacta. 

Sólo hay una manera de evitar la rueda cósmica de Causa y Efecto, la necesidad de reencarnar, y es mediante el esfuerzo consciente por comprender la Ley de la Vida. Tienes que buscar diligentemente el Dios Interno, establecer un contacto permanente y consciente con ese Ser Interno, y aferrarte firmemente a Él ante la condición que sea en la vida externa. 

No hay Maestría ni Dominio Consciente en las prácticas hipnóticas o de trance y son de los más peligroso y destructivo para el crecimiento del alma de la persona que permite tal práctica. Comprende a cabalidad que el Control Consciente, la Maestría y el uso de las Fuerzas y cosas terrenas deben estar en todo momento bajo la dirección de tu Ser Interno o Divino, a través de la cooperación perfecta y obediencia de todas tus facultades externas de mente y cuerpo a dicha Guía Interna. Sin esto es imposible alcanzar la Maestría. 

Al decir verdad, los milagros no existen, ya que todo ocurre de acuerdo con la Ley; y eso que parece milagroso al concepto actual de la humanidad no es más que el resultado de aplicación de Leyes a las cuales la conciencia actual de la humanidad no está acostumbrada, por lo que le resulta extraño e insólito. Cuando se comprende correctamente la realidad de la Vida, todas esas manifestaciones que le parecen milagrosas a su conciencia actual resultan ser experiencias tan naturales y normales, como la formación de palabras le son normales a todo aquel que ha aprendido el uso del alfabeto. 

En estos momentos de crisis podemos decir a la humanidad: Despierten del engaño de los sentidos, despierten de su letargo. El ser humano le presta poca atención y aún menos adoración a su Fuente, la Suprema, Magna, Esplendorosa, Majestuosa e Infinita Causa de todo lo que existe, el Creador y Sostenedor de todos los mundos. El ser humano no le da gratitud a la Gran Presencia Gloriosa, a la Vida misma por la cual existe. El ser humano agradece por los favores materiales recibidos, los cuales son tan efímeros que pasan de uno a otro y luego desaparecen, pero se olvidan de agradecer a la Fuente de toda Vida, todo Amor, toda Inteligencia, todo Poder. La Vida que disfrutan en todo momento pueden considerarla como propia, pero siempre ha pertenecido, pertenece ahora y siempre pertenecerá a la Gran Fuente Una de la Vida, la Luz, el Amor y Todo Bien, Dios, el Supremo, el Adorable, el Omipenetrante. 

A causa del mal uso que el ser humano le da a la Energía de Vida que el Omnipresente Uno derrama sobre él de manera constante, pura, perfecta e incontaminada, ha creado condiciones tan destructivas y dolorosas que al no poder soportarlas, ya sea por desesperación, agonía o rebelión acude a Dios para que lo libere de tal miseria. Esta es la ofrenda que le presenta al Dador de Todo Bien a cambio de la Incesante Perfección que continuamente otorga en Amor Supremo. La única condición que el Gran Ser exige para darlo todo es que se le use correctamente para bendecir al resto de la Creación con júbilo infinito, actividad armoniosa y Perfección. 

Todos los Ámbitos de Vida y Luz se mueven y crean de acuerdo al principio fundamental sobre el cual descansa la Perfección. Dicho principio es el Amor. Si no fuera por los Grandes Maestros de Luz, hace tiempo que la humanidad se hubiera destruido a sí misma y al planeta sobre el cual existe. Las trascendentales y magníficas actividades de Amor y Luz son las condiciones naturales en que Dios creó y espera que sus Hijos manifiesten obedeciendo a su comando de Amor. En el Universo no existen cosas sobrenaturales, todo lo que es trascendental, bello y perfecto es algo natural y acorde con la Ley de Amor. 

Cuando los hijos de la Tierra se apartan del Amor, están escogiendo deliberada y conscientemente la experiencia del caos. Quienquiera que trate de existir sin Amor no puede sobrevivir por mucho tiempo en ninguna parte de la Creación. Tales esfuerzos solo redundarán en fracaso, miseria y disolución. Todo aquello que carezca de Amor tiene que regresar al caos, a lo amorfo, de manera que la sustancia pueda volver a ser utilizada de nuevo en combinación con el Amor y producir una forma nueva y perfecta. Esta Ley se aplica tanto a la Vida Universal como a la individual. Es Inmutable, Irrevocable, Eterna y, no obstante, Benévola, ya que la creación de la forma existe para que Dios tenga algo sobre lo cual verter Amor y, así, expresarse en acción. Esta es la Ley de la Magna Presencia Una de la cual todo lo demás procede, es el Mandato de la Eternidad, y la Inmensidad y Esplendor de esa Perfección no se puede describir en palabras. (Enseñanzas del Maestro Ascendido Saint Germain) ¡El Creador Supremo Dios los Ilumine, los Guíe y los Proteja!

Los invitamos al Curso "Las Leyes de la Vida", Sábado 11 de Septiembre de 2021, en Xalapa, Veracruz https://eradeluzmexico.blogspot.com/p/cursos-de-metafisica-xalapa.html Los esperamos en Calle Francisco Orozco # 18, Col. Revolución (A 2 cuadras de la Estación de Bomberos, a 50 metros de la Av. Atenas Veracruzana), Xalapa, Veracruz, México. Informes e inscripciones al Celular y WhatsApp 2261007510 ¡Nuestros mejores deseos de Armonía, Salud, Equilibrio, Paz, Bienestar y Prosperidad!

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