jueves, 11 de agosto de 2016

¿Qué es Metafísica?

Metafísica (del latín metaphysica, y este del griego, meta, más allá y physis, naturaleza, lo físico, lo material; metaphysica, más allá de la naturaleza física) es lo que está más allá de la naturaleza o mundo físico, lo inmaterial, lo intangible; lo que está más allá de la percepción de los sentidos físicos, lo mental, lo espiritual, la realidad sustancial y esencial de todos los seres, entes y cosas. Metafísica es el estudio de la realidad última; la naturaleza, la constitución, la estructura, los componentes, los primeros principios, las causas primeras y las causas últimas de la realidad sustancial y esencial de todos los seres, entes y cosas, cabe decir, del Creador, del Universo, y del Hombre.

Metafísica es el estudio del Ser en tanto que Ser (Ontología) y el estudio del Ser como Ser Supremo y Principio de todos los seres (Teología). La Gnoseología estudia el conocimiento del Ser y del Ser Supremo, Dios. La Gnoseología es el conocimiento del sí mismo, del Ser, y en consecuencia del Ser Primero, Dios, Principio de todo Ser. La Metafísica es el estudio del Ser y de Dios y el conocimiento del Ser y de Dios. La Metafísica también estudia el origen, la naturaleza y la estructura del universo como un todo (Cosmología), su sentido y finalidad, así como el sentido y la finalidad última de todo Ser (Teleología).

Aunque la palabra metafísica fue creada por Andrónico de Rodas en el Siglo I a.C. la Metafísica es tan antigua como el hombre mismo y surge cuando el hombre se da cuenta que la realidad no es lo que nos ofrece los sentidos físicos, sino lo que está más allá de la percepción de los sentidos. A través de la historia hemos tenido grandes metafísicos como Heráclito, Pitágoras, Parménides, Sócrates, Platón, Aristóteles, Lao Tse, Confucio, Buda, el Gran Maestro Jesús el Cristo y muchos más; y podemos afirmar que han sido los guías, directa o indirectamente, de muchos pueblos y culturas. En la actualidad tenemos las enseñanzas metafísicas de los Maestros Ascendidos que forman parte de la Jerarquía Espiritual de nuestro planeta Tierra. En la Grecia antigua, la Metafísica o Filosofía Primera constituía el saber más elevado al cual un ser de esa época podía llegar, pues estudiaba aquellas últimas cuestiones trascendentales que nos preguntamos de la vida, del Ser y de Dios.

La Metafísica estudia las Causas Primeras y los fines como causa última de la realidad. La Metafísica estudia la Causa Primera, la Causa Suprema, el Ser Primero, Dios, el Motor Inmóvil generador de la Vida, de la Luz, del Amor, de la Energía, de la Consciencia, por eso la Metafísica fue llamada Filosofía Primera. Dios es el Ser Primero y Principio de todos los seres, Dios contiene todo lo que es, en Dios somos y en Dios existimos. La Metafísica es la madre de todas las ciencias, filosofías, religiones y corrientes de pensamiento; Metafísica es Conocimiento Superior, Sabiduría Divina. Todo es dentro de Dios y nada existe fuera del Creador.

La Metafísica estudia el Ser en tanto que Ser, sus principios y sus causas, sus atributos y la finalidad última de todo Ser. El Ser está presente en todos los seres, entes y cosas, y todos los seres, entes y cosas tienen en común el Ser. El Ser es la característica más general que comparten los seres, entes y cosas y es lo que a su vez los distingue. La esencia es aquello que es el Ser antes de Ser, la esencia es el origen del Ser, la esencia es Dios, el Ser Supremo que es el origen de todo Ser y todos los seres. Todo lo que existe primero es, después existe. La sustancia es aquello que existe en sí mismo, la sustancia es inmutable, la Sustancia Primera es Dios. El Ser es ilimitado, infinito, inmutable, eterno. El Ser es Espíritu, el Ser es Consciencia, Consciencia de Ser.

El Ser es y el no ser no es. El Ser es y no se puede decir que algo sea y no sea al mismo tiempo y en el mismo sentido, no se puede afirmar y negar a la vez. Todo es, el no ser no existe, el no ser es la negación del Ser y, en todo caso, en el no ser está el Ser. Cuando el Ser se identifica a sí mismo, surge la autoafirmación de Ser, Yo Soy. Yo Soy es la primera expresión de Ser del Ser. La razón de ser del Ser es el propio Ser, el Ser Supremo, Dios. Dado que el Ser está presente en todos los seres, entes y cosas, la Metafísica estudia la unicidad de todos los seres, entes y cosas, la unión fraternal entre todos los seres humanos y la convivencia armónica con la naturaleza.

La Metafísica estudia la Verdad en el sentido de todo lo que es y todo lo que existe, tanto en el mundo espiritual como en el mundo material. La Verdad está más allá del mundo material, del mundo de las formas y no se puede llegar al verdadero conocimiento a través de los cinco sentidos sino a través de la intuición. En la actualidad la Ciencia está comprobando los postulados metafísicos que la Sabiduría Divina ha sustentado desde hace milenios. Actualmente la Ciencia ha penetrado el terreno de la Metafísica y hoy, la Metafísica y la Ciencia hablan de la misma realidad cada una en su propio lenguaje. Metafísicamente podemos afirmar que somos seres espirituales viviendo una experiencia humana. Hoy la Ciencia dice que somos seres multidimensionales que existimos en un multi-universo de infinitas posibilidades. Estas declaraciones que son incomprensibles para la mente y el intelecto humanos, son de fácil comprensión para la consciencia.

La Metafísica es el estudio de lo que está más allá de la percepción de los sentidos físicos, lo que está más allá de la materia, lo inmaterial, lo intangible, la realidad esencial, la realidad sustancial, lo espiritual, lo mental, lo energético. Estudiar lo que está más allá de la percepción de los sentidos físicos solo se puede lograr a través de la intuición y la consciencia. Consciencia es igual a atención y atención es no pensar. Cuando dejamos de pensar de manera natural surge la intuición que es comprender algo de manera inmediata sin intervención de la razón. La Metafísica estudia el Ser, Dios, el Ser Supremo, la Fuente, la consciencia, la esencia, el alma, la mente, los principios universales, la sustancia, la forma, las cosas, la materia, el mundo, la causalidad, la existencia, el tiempo, el espacio, la libertad, el bien y el mal, etc.

La Metafísica nos ayuda a comprender qué somos, quienes somos, cuál es nuestro origen, por qué vivimos, para qué vivimos, de donde vinimos, qué es la vida, cuál es el propósito de la vida, qué principios rigen la vida, como podemos superarnos, hacia donde nos dirigimos, cuál es nuestro fin y sobre todo nos enseña a vivir plenamente la vida, vivir el presente, vivir el momento, el aquí y el ahora y así conquistar la armonía, el equilibrio, la paz y la felicidad. La Metafísica nos ayuda a conocernos de una manera integral, en todos los aspectos y dimensiones de nuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, y sobre todo nos permite conocernos más allá del cuerpo físico, de la mente y la personalidad para comprender nuestro Ser, Espíritu, Dios, como la Fuente de nuestra Vida, Consciencia e Inteligencia.

La Metafísica nos enseña que somos seres espirituales tomando una experiencia humana. Todos somos seres únicos, valiosos, dignos y todos tenemos el Ser, la Presencia de Dios. Todos estamos dotados de grandiosas facultades creadoras y tenemos un fin trascendente, superior, cósmico y eterno. La vida es una escuela y todos estamos aquí con el propósito de aprender, conocernos a sí mismos y realizarnos en todos los aspectos de la vida y de nuestro Ser. La Metafísica nos enseña a vivir el presente, aprender de nuestro pasado y construir el futuro que deseamos vivir. Todos somos seres creadores, la casualidad no existe, nosotros creamos nuestra realidad con lo que pensamos, sentimos y hablamos. Todos los pensamientos o ideas que generamos en nuestra mente se forman con la Energía o Sustancia Divina Universal, que proviene de la Fuente de la Vida, la cual entra a nuestro campo mental y la mente crea las formas pensamiento, y con el corazón le imprimimos un sentimiento positivo o negativo y, dichas formas pensamiento más tarde se materializarán en nuestras vidas como hecho normales del día a día.

La Metafísica nos ayuda a comprender nuestra mente, los pensamientos, los sentimientos, las emociones, los deseos, las creencias, los valores, las programaciones y condicionamientos; lo que nos motiva para realizarnos y también lo que nos limita para superarnos. La Metafísica nos ayuda a conocernos, comprendernos y aceptarnos a nosotros mismos y a los que nos rodean, nuestros seres queridos y todas las personas con quienes nos relacionamos; la Metafísica nos enseña a amarnos a sí mismos y a amar a los demás, perdonarnos y perdonar.

La Metafísica es un estilo de vida y nos enseña a vivir de momento en momento. Si queremos un futuro mejor es necesario cambiar nuestra manera de pensar, de sentir y de hablar. Es necesario tomar consciencia de nuestros estados mentales y emocionales para poder cambiar nuestra vida. Es necesario aprender a pensar que es no pensar para escuchar la voz de nuestro Ser, Espíritu, Dios, Yo Soy la Mágica Presencia. La Metafísica es un estudio práctico y sabemos que la práctica nos lleva a la Maestría. El estudio consciente, la reflexión, la observación, la introspección, la práctica de la meditación, la concentración, la visualización, la contemplación, los decretos y afirmaciones, la atención consciente, el arte de ver, el arte de escuchar, el arte de sentir son algunas prácticas para superarnos, comprender la realidad y llegar a la verdad que nos dará la libertad, libertad interior, libertad de Ser.

La Metafísica nos ayuda a conocernos a sí mismos, a tener el dominio de nosotros mismos y del mundo exterior, y a tener la apertura de consciencia que necesitamos para comprender la verdad y nos da los conocimientos y prácticas para modificar nuestro alrededor positivamente. La Metafísica nos ayuda a equilibrar nuestra vida, lograr el bienestar y calidad de vida, aprender de momento en momento, superarnos espiritualmente y tomar consciencia de nuestro Ser, Espíritu, Esencia, Dios, Yo Soy. Ser, pensar y sentir positivamente nos permite vivir una vida sana, tener una mente lúcida y creativa, ponernos objetivos y emprender proyectos, tomar decisiones correctas, resolver de manera eficaz los problemas y los conflictos, sentir gratitud por la vida, amar a Dios sobre todas las cosas, bendecir a nuestro hermano el hombre y a toda la Creación.

La Metafísica busca el despertar de la consciencia del hombre a su realidad de ser, a su realidad interior, espiritual, energética, multidimensional y cósmica; la Metafísica estudia la naturaleza divina del Ser y la Presencia Divina en el Ser, enseña los aspectos y atributos del Ser Supremo, Dios, y practica el reconocimiento y aceptación de la Presencia de Dios dentro de todos y en todas las cosas. ¡La Presencia Omnipresente de Dios los Ilumine, los Guíe y los Proteja!

sábado, 16 de julio de 2016

Ley del Perdón

Existe un principio universal que dice: “El amor todo lo salva”. Ninguna creación del Dios Amor de todas las religiones está destinada al castigo, la enfermedad, la muerte o accidente. Sólo el ser humano en su ignorancia ha creado el caos, la desarmonía y el sufrimiento en este mundo. En la mente de Dios estamos destinados a ser luz entre las estrellas. El Plan Divino para todos es lograr la realización de nuestra naturaleza espiritual y aprender a usar conscientemente la energía a través del dominio de nuestras facultades creadoras. Si queremos una verdadera superación personal o espiritual es necesario perdonarnos a sí mismos y a los demás, porque nadie puede perdonar a un semejante si no se ha perdonado antes a sí mismo.

El perdón es un acto de amor que rompe las cadenas que nos atan y que creamos en el pasado por los resentimientos, remordimientos, sentimientos de inferioridad, culpas, críticas y otros, y que hemos acumulado a través de nuestra vida presente y vidas pasadas. El perdón corta la atadura del resentimiento de quien hizo el daño como el rencor de quien lo recibió.

Cuando nos perdonamos nos estamos amando a sí mismos. El perdón es el poder curativo del amor. Hay que perdonarnos por haber aceptado ofensas, molestias, enfermedades, castigos, golpes, insultos y sufrimientos. Perdonar es eliminar toda la sensación de amargura, de rencor o de venganza y dejar de pensar en la forma que más nos lastima. Es importante darnos cuenta que el castigo divino no existe porque Dios es Amor y Misericordia, el ser humano debe comprender que hay Leyes que rigen la Creación y la Vida, y debe aprender a vivir en armonía con ellas. Dios no juzga a nadie, las personas por sus creencias son las que se juzgan a sí mismas y son las que deben perdonarse a sí mismas para poder perdonar a sus semejantes.

En cada latido del corazón todos los seres humanos recibimos la Energía Divina de la Vida en su estado de pureza y perfección, y de acuerdo a lo que pensamos, sentimos y hablamos le imprimimos una cualificación, desafortunadamente si a la Energía Divina le imprimimos una cualificación negativa, por Ley de Atracción y por Ley de Causa y Efecto atraeremos a nuestra vida la cualidad que le hayamos impreso.

Cuando comprendemos que la energía que generamos se nos regresa encontramos muy buenas razones para perdonar: vamos a perdonar por beneficio propio, porque se me regresa, porque necesito cambiar mi vida, porque debo armonizarme a mí mismo, porque merezco liberarme de toda culpa, porque necesito rodearme de energía positiva, porque ya no puedo dañarme a mí mismo y porque los demás seres humanos son también Creación Divina.

Perdonar a un delincuente no significa estar de acuerdo con él, sino que lo hacemos por compasión. Por supuesto, no debemos permitir imposiciones o malos tratos, debemos librar nuestras propias batallas con Amor, Sabiduría, Justicia y buena Voluntad. Acostumbremos mirar a las personas al entrecejo y decirles mentalmente: “Yo te amo, Yo te bendigo, Yo te perdono”.

Hacer un llamado a la Ley del Perdón es cumplir con el Edicto Divino por medio del cual un individuo puede obtener la remisión de sus propias transgresiones personales a la Ley de la Vida. La aplicación de la Ley del Perdón purifica el alma de todos los errores como preparación para su completa unión a Dios, Yo Soy.

La Era de Acuario es una Era de Luz, es la Era de la Libertad, la Era del Séptimo Rayo y hoy podemos invocar a la Ley del Perdón por los errores cometidos en nuestra vida presente y vidas pasadas. Todo lo que vivimos es producto de nuestra forma de pensar, de sentir, de hablar y de actuar. En vez de quejarnos de las cosas que experimentamos en el día a día, recordemos que estamos viviendo los efectos de las causas que creamos en el pasado; la Ley de Causa y Efecto tiene como propósito enseñarnos lo que debemos aprender en la escuela de la vida y así poder evolucionar, avanzar, superarnos, progresar.

Si invocamos la Ley del Perdón podemos consumir todas las creaciones negativas del pasado con la Llama Violeta. La Llama Violeta es la Llama de la Misericordia y la Compasión, la Purificación y la Transmutación y con ella podemos transmutar todos los errores pasados y presentes que muchas personas entienden como Karma o pecado. La Llama Violeta es la Llama de Acuario. El uso de la Llama Violeta disuelve y transmuta la energía mal cualificada y cuando su uso es acompañado con el verdadero deseo de perdonar actúa como por arte de magia. La Llama Violeta es una actividad del Amor. La Llama Violeta es la Presencia de Dios Purificando.

Cada vez que nos damos cuenta de un error debemos invocar la Ley del Perdón y pedir Fuerza y Sabiduría para no repetir el error una segunda vez. Dios, todo Amor, tiene una infinita paciencia y no le importa el número de nuestros errores. Si Dios en su infinito poder no nos condena ni culpa, ¿qué trae dolor y aflicción a nuestras vidas? Si aún desobedientes somos perdonados por el Padre, ¿qué nos atribuye la decisión de perdonar o no a un hermano? Recordemos que seremos perdonados así como perdonemos.

Todos sin excepción hemos cometido errores, por esta razón se debe invocar la Ley del Perdón, ya que si se está sintiendo crítica, condenación u odio jamás podremos prosperar. Aquel dicho antiguo: A menos que tu perdones, ¿cómo esperas ser perdonado?, es una de las leyes más incomprendidas. Ponte con determinación a ordenar tu casa. Si fueras a hospedar un huésped distinguido, sin duda pasarías días trabajando con ahínco, puliendo y preparando todo para recibirlo. ¡Cuánto más importante es el preparar sus consciencias y corazones para que la Presencia de Dios Yo Soy pueda manifestarse plenamente, haciendo resplandecer el Fuego Sagrado Violeta purificando conciencias y corazones!

Cuando trabajamos con la Ley del Perdón primero debemos invocar a la Presencia de Dios Yo Soy, y luego a uno o más de los Seres de Luz del Séptimo Rayo, el cual es el Rayo de la Misericordia y del Perdón, y pedir la transmutación de todos los errores conocidos o desconocidos hacia la Perfección Divina.

Estos son algunos decretos de la Ley del Perdón y la Llama Violeta que podemos hacer para obtener nuestra libertad y felicidad:

"Yo Soy la Ley del Perdón y la Llama Violeta Transmutadora en acción en mi ahora. Gracias Padre porque ya está hecho.”

“Yo Soy la Ley del Perdón y la Llama Violeta Transmutadora de todos mis errores pasados y presentes, su causa y su efecto. Gracias Padre porque ya está hecho.”

“Yo soy la Ley del Perdón y la Llama Violenta Trasmutadora de toda acción no armoniosa y toda creación humana, desde ahora hacia atrás al momento de mi individualización. Gracias Padre porque ya está hecho.”

“Yo Soy la Presencia de Dios, que mantiene el Fuego Violeta, ardiendo en todo mi Ser y en todo mi mundo y me mantiene sellado en un Pilar de Fuego Violeta, que transmuta al instante toda creación humana, en mí y alrededor mío. Gracias Padre porque ya está hecho.”

¡¡¡Que la Presencia de Dios te Ilumine, te Guie y te Proteja!!!

martes, 12 de julio de 2016

¿Qué es Kabbalah?

La Kabbalah (kabala, Kabalah, kabbalah, Cabala, Cabbala, Cabbalah, Qabbalah) es el conocimiento místico, esotérico y metafísico del pueblo hebreo, pero en la actualidad, en la Nueva Era de Luz, en la Era de la Ciencia y la Tecnología, en la Era del Saber y del Ser, la Kabbalah la podemos comprender como un sistema de conocimiento preciso y exacto que nos enseña el lugar que ocupamos en la Creación, nuestra naturaleza multidimensional y el camino que debemos seguir para superarnos en la vida y reintegrarnos al Creador, Ain Soph, Dios, la Fuente, Aquello.

La palabra Kabbalah viene del verbo hebreo “qabbel” y significa en sí misma “recibir” o “revelación”. De acuerdo a la sabiduría de la Kabbalah la realidad consiste en la existencia latente de dos fuerzas o cualidades: el deseo ardiente del hombre de recibir los secretos de la Divinidad y el deseo del Creador de entregarle al hombre la Sabiduría.

El origen de la Kabbalah se pierde en la noche de los tiempos y se afirma que fue revelada por Metatron o Enoch a Adan, Noé, Abraham y Moisés, y éstos, como en todas las tradiciones, la transmitieron oralmente a sus descendientes de generación en generación, llegando a significar la palabra Kabbalah, tradición.

Moisés, el Gran Vidente del Sinaí e iniciado en los misterios egipcios, escribió el Pentateuco. Entre la diversidad de la literatura kabbalistica, el Sepher Yetzirah o Libro de la Formación explica la creación de todos los seres y de todas las cosas, y trata de los 32 caminos de la sabiduría y de las 50 puertas de la inteligencia. El Sepher Ha-Zohar o Libro de los Esplendores, describe el “Carro Celeste” o Merkabah y trata de “Las Diez Sephiroth” y sus atributos, de los cuatro mundos, del bien y del mal, del alma humana y de la salvación final, etc. El “Libro de la Revelación” es un  libro kabbalistico.
                                                                         
La Kabbalah estudia la naturaleza y los atributos del Creador; estudia la creación, el desarrollo y la evolución del Hombre y del Universo. Para la Kabbalah, el Absoluto Manifestado, Ain Soph, en su esencia es incognoscible pero se le puede conocer a través de sus Emanaciones o Sephiroth. El estudio de la Kabbalah se centra básicamente en el estudio del Árbol de la Vida. La Kabbalah nos revela la Sabiduría Universal y las llaves para comprender los principios, los secretos y misterios del Universo, del Hombre y del Creador.

El conocimiento metafísico de la Kabbalah nos responde por qué vivimos, quiénes somos, de dónde vinimos, hacia dónde vamos, cuál es el propósito de la vida y hacia donde nos dirigimos después de la muerte. La Enseñanza de la Kabbalah nos permite conocer y comprender el mundo espiritual o planos superiores de consciencia y desarrollar la intuición o sexto sentido para entrar en nuestro universo interior y recibir la Sabiduría Divina.

La Kabbalah nos enseña que el hombre, creado a la imagen y semejanza del Creador, es un espíritu encarnado tomando una experiencia humana; el caos, sufrimiento y dolor en que vive en este momento es consecuencia de la ignorancia de sí mismo, ignorancia de su realidad espiritual multidimensional y de las Leyes que rigen la Vida y el Universo. Cuando el hombre acepte que tiene la Presencia de Dios en su interior, cuando el hombre acepte que Dios vive y palpita en su corazón, cuando el hombre acepte que Dios vive en él y que él vive dentro del Creador, en ese momento logrará la revelación plena y total de la Sabiduría Divina. ¡El Creador Supremo Dios los Guíe, los Proteja y les de la Revelación!